De una morena a una rubia

Lo que son las cosas... Escribí a C pero no he tenido respuesta. He salido igualmente y no ha aparecido. Bueno, pues o no tiene tanto interés, o no ha visto la forma de escaquearse. Y es que escaquearse tampoco es tan fácil.

Así que de morena nada, pero he dado con una rubia.

Hemos salido a uno de esos bares irlandeses donde lo mejor que puedes hacer es tomar cerveza y copazos hasta quedarte ciego y luego pirarte a casa sin comerte nada. Y eso era lo que iba a pasar hasta que entraron al bar una rubia y una morena. La morena no estaba mal, y la rubia estaba de espaldas, así que no la veía.

Después de pedir han subido a la parte de arriba. Desde abajo se veían. Les dije a mis colegas de ir a decirles algo, pero no se animaban. Qué pedazo de muermos... Total que a los 5 minutos vemos que la morena recoge todas sus cosas y se pira. "Se va a fumar" les digo, y salgo afuera. Efectivamente, ahí estaba rebuscando en su bolso.

- Me he quedado sin tabaco y aquí no venden... ¿Me darías uno?
- ¿No venden ahí dentro? Tienen una máquina.
- Está apagada, todas están apagadas en todos los bares, les prohíben vender tabaco.
- Qué va, esa funciona.
- Bueno, pues voy a ver...
- Que vamos, que no es por no darte un cigarro -me interrumpe-, pero esa funciona. Toma uno.- me ofrece un cigarro y fumamos juntos en la noche fría.

Cuando ve mi estilo:
- ¿Pero tú fumas?
- No, no fumo casi nunca, soy menos que fumador social, vamos. Sólo quería conocerte y charlar un rato contigo y con tu amiga.

Sonrisas y risas. Ha ido bien. Entramos y bajan para charlar. Nos pasamos un par de horas charlando. La rubia, F, era guapísima, era preciosa, y de cuerpo no estaba nada mal. Sobretodo sus piernas, me podría correr con sólo tocar sus piernas. Ella era muy deportista, y se notaba. Debía ser una diosa en la cama. Era más baja que yo y muy delgada, super manejable, de esas que hacen que uno se sienta todopoderoso levantando a la piba un palmo del suelo a pollazos. Se veía tan blanquita y limpia que me la hubiera comido entera, me hubiera comido y lamido su coño y su culo hasta hacerla temblar, y su boca mientras se la clavaba para robarle el aliento. La hubiera tumbado boca abajo y le hubiera empalado el coño hasta que moje las sábanas. Con una piba así uno se aguanta la corrida todo lo que puede, porque estas deportistas aguantan la ostia y te dan sexo guarro durante horas si quieren. Putas ninfas. Dan ganas de follárselas hasta que salga el sol, dan ganas de follárselas hasta que ya no aguanten más... Pero no hubo nada de nada, ni intercambio de teléfonos ni de mails. Aunque tengo que decir que la rubia está por todas partes en internet: tiene un blog, vídeos en youtube, poemas, fotos en varias webs, está en Facebook... Me gustaría mantener el contacto con ella. Me gustaría que fuéramos amantes.

Pero si me diesen a elegir, me quedaba con C. Tenía un aspecto menos sexual y provocativo, pero percibía que escondía un sexo caliente y mojado, seguro que era una golfa, de esas que necesitan sexo todos los días. Por eso su derroche de alegría. Seguro que ese día tenía el coño contento. Seguro que había follado.