sábado, 30 de enero de 2010

Trío roto...

Dick no me volvió a preguntar por nada de su cuñada, lo que no sabe es que hablábamos todos los días por messenger... Si sólo fuera eso... Ja!

Han sido tres semanas agotadoras. Apenas he tenido tiempo de pararme un rato a contar cosas. Ha sido (casi) todo demasiado bueno, así que voy a contar sólo lo más interesante.

Usábamos el messenger para quedar y escaquearnos del curro. Como curro menos ahora se me acumula el curro hasta las orejas, pero compensa, ya lo creo que compensa.

Una de las mejores fue la primera vez que quedamos después del primer encuentro en la discoteca. Fue en un hotelucho de esos de Gran Vía. El sitio desde la calle parecía una mierda, pensaba que iba a estar sucio y lleno de chinches. Pero nada de eso, estaba simplemente decente. Las que eran indecentes eran las que me esperaban en la habitación.

Primero me abre Dafne vestida con la ropa del trabajo: es policía nacional. Joder! Qué buena sorpresa! Con lo que me ponen los uniformes! Cierro la puerta detrás de mí y empiezo a comerle la boca. Llevaba el pelo bien recogido y estaba muy guapa así, resaltaba todas sus facciones, tan sexuales... Como me la encuentre un día por la calle la secuestro y la violo.

La otra, Anais, ya estaba tumbada en la cama en lencería. Miraba seria cómo nos desnudábamos Dafne y yo. Se estaba muy bien allí dentro con poca ropa... Je.

El uniforme había sido una agradabilísima sorpresa que me había puesto muy cachondo, tenía la polla muy dura antes de quitarme los calzoncillos. Me los bajó Dafne, me agarró la polla y se la metió en la boca. Su mamada sabía a gloria, pero duró muy poco. Me pidió que me acabase de quitar todo, mientras ella hacía lo propio y Anais también.

Me dejaron un poco de lado y empezaron a jugar entre ellas, y como eso me pone enfermo yo iba buscando cómo meter la polla para darle algo de vidilla, así que cada vez que encontraba un buen ángulo metía la polla y daba unas embastidas. Parecía que a ellas les divertía el juego de que yo estuviese como un perro dando vueltas con la polla tiesa mientras ellas se follaban, pero Anais dejó de escabullirse para disfrutar bien de mis pollazos.

Tener dos coños, cuatro tetas y dos bocas al alcance de la mano es una pasada. Cuesta de explicar porque cuesta de recordar, es todo tan confuso con dos tías... Pero es una gozada. Me sientía supermán hasta que...

A Dafne no se le había ocurrido otra cosa que lubricarse el dedo y metérmelo por el culo mientras me follaba a Anais. Me quedé de piedra. Por un momento se me cortó el rollo y me salí, pero no porque no me gustase, sino porque no me lo esperaba. Volví a la carga con Anais y Dafne volvió a lo suyo. Me gustó mucho y tardé muy poco en correrme. Tan poco como doce o quince metidas más.

Me salí a un lado a descansar y ellas siguieron a lo suyo. Me fui a duchar y cuando volví ya habían terminado. Me vestí y me fuí. Quedamos en seguir chateando...

El martes de esta semana quedamos en el Eurobuilding. Había un atasco de mierda por obras y llegué como media hora tarde a la cita... Ya no había nadie. Y menos mal! Resulta que al gilipollas del marido de Anais no se le ocurrió otra cosa que ir a darle una sorpresa al trabajo. Cuando él llegaba ella salía, y el imbécil en vez de saludarla va y la sigue sin decirle nada. La sigue hasta el hotel, sube a la habitación y llama a la puerta. Resulta que le abren las dos en ropa interior y él se pone hiperagresivo. Lo dicho, un imbécil... Con el filón que acababa de descubrir y lo tira a la mierda de la peor forma. Dafne, toda una profesional, supo cómo reducirlo y todo quedó en una muy acalorada conversación... Y una relación rota.

Ahora chateamos pero Anais y Dafne no pueden verse, y de quedar los tres ni hablamos. Estoy intentando a ver si al menos me follo a Dafne y me falta poco para convencerla. Dafne está buscando otra tía con la que hacer tríos mientras tanto.

Con la polla en cuarentena, hasta la próxima!

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