Trio

Anoche salí y triunfé. ¡Y menuda forma de triunfar!

Me fui con mi mejor amigo a tapearnos y luego a un garito que tenía un ambiente parecido al Ohm de Gran Vía, todo tipo de gente, todo tipo de inclinaciones sexuales, más o menos todas las edades, y libertad y respeto, tanto si vas a bailar, como si vas a copearte, a hablar un rato o a follarte todo lo que se menea. Mi elección fue ir a follarme todo lo que se menea, sobra decir.

Llegamos, estuvimos hablando con un par de pibas en la barra, que no tardaron en irse al baño y caerse por la taza del water o algo parecido. Desaparecieron, típico.

Nos reíamos de gilipolleces y de las historias de siempre, recordábamos buenos momentos pasados y nos prometíamos mejores futuros. Le entró una llamada y se alejó con cara de perro. Me quedé solo.

Al minuto se me acerca una piba de unos 30, salida de la nada, con una boca de chupapollas que me hizo temblar todo. "Hola", dos besos de rigor. La llamaré Dafne. Me dice que tiene una amiga que quiere conocerme, y que tengo que acompañarla. Le digo que estoy esperando a mi amigo. Me dice que ella y su amiga quieren hacer un trío conmigo. Se me pone la respiración a mil, la polla como si tuviese un torniquete y me notaba las pulsaciones en las orejas. Pensé "seguro que Dick me entiende". Llamaré Dick a mi mejor amigo, le queda muy bien.

Acompaño a Dafne a la otra punta del garito, a la otra barra y me veo a la cuñada de Dick! ¿Esa es la pava que quiere hacer un trío conmigo y Dafne? A ella la llamaré Anais. Pues sí.

Resulta que Anais está casada con el hermano de Dick, con quien me corrí algunas juergas antes y después de que se casase. Parece que este tipo le había contado a Anais de mis historias, y Anais quería follarme para probar. Yo sabía que Anais salía a veces con una amiga, porque era la excusa para que el hermano de Dick saliese. Ahora me encajaba todo. Ni el alcohol pudo evitarme el shock de darme cuenta de lo que pasaba.

Anais me dice "sorpresa!" y yo le digo "no me jodas!". ¿Qué podía hacer? ¿Enfundarme el calentón? ¡Anais es bisexual!, ¿va a dejar de follarse a su amiga o a otros tipos si yo no me la follo? Pues no. Para que se las lleve otro me las llevo yo, y con lo buena que está Anais... Dudé 5 segundos antes de decidir que iba a por todas... Pero necesitaba más copazos.

Mientras me copeaba pensaba "me las follo, pero ¿a quién coño se lo cuento ahora?". Nos pegamos una ronda de whisky y ya estábamos servidos. Entre el frío nos pillamos un taxi a casa de Dafne.

Lo que pasó allí no fue sexo, fue un festival porno. Primero quisieron que las mirase. Dos tías, metro setenta cada una más o menos, en sus 30, con unos cuerpazos trabajados, blancas como la leche, castaña y morena, con bocas, pezones y coños muy rojos, revolcándose en una cama enorme, comiéndoselo todo... Ahora mismo tengo la polla como un tronco sólo de recordarlo. Ahí pensaba que me iba a dar un infarto. Me quité toda la ropa y me acerqué mucho a ellas, podía oler el calor que desprendían, podía oler sus sexos limpios, podía tocar sus pieles suaves... Dafne me cogió la polla y me dijo "seguro que has pensado en esto más de una vez" y me empezó a chupar la polla muy suave, pero apretando fuerte con su mano. Gemía mientras me chupaba, Anais estaba comiéndole el coño. La avisé de que me iba a correr y me corrí en su boca, no quiso sacarla. Fue una mierda de corrida, no porque fuera mala, sino porque no quería correrme.

Dafne fue a escupir y a aclararse la boca al lavabo. Aproveché para contarle a Anais lo de mi "promesa para 2010" y se reía. Mi polla empezaba a bajarse, estaba muy jodido. Anais me dijo que me apartase, volvió Dafne y retomaron su coreografía para el goce de mis retinas.

Mi polla no tardó nada en reaccionar de nuevo, esas dos mujeres eran diosas del sexo. Me puse un condón y follamos, y follamos, y follamos. Siempre había pensado que lo de follar con dos tías era algo que no me iba a pasar, o que si me pasaba no iba a ser capaz de satisfacer a las dos. Estaba felizmente y doblemente equivocado. Primero me follé a Dafne, mientras Anais la ayudaba, o jugaban entre ellas. Anais sacó un vibrador de una caja, fue a lavarlo y lubricarlo, y siguió jugando con nosotros mientras yo me abrazaba con fuerza a Dafne y le clavaba la polla como si me fuera la vida en ello. Dafne era una preciosa morena de ojos claros, y su cara de placer era indescriptiblemente bonita, deseaba con todas mis fuerzas darle más y más placer, y me la follé de todas las formas que me sé. Cuando se corría Anais corrió a besarle la boca, se corrió mientras se besaban.

"¿A mi no me vas a dar lo que tanto he esperado?" Me parecía un poco fuerte follarme a Anais, pero ya que lo pedía de esa forma... Me dieron otro condón, me dijeron que por higiene (?) y me follé a Anais como si hiciera décadas que no follaba. El morbo de la situación me ponía como un animal. Sentía que tenía una barra de acero entre las piernas con unas pelotas que me empezaban a doler, pero seguía y seguía. No sabía que era capaz de follar tanto, me sorprendí a mi mismo.

De repente, Anais se corrió y Dafne buscó su boca. Cuando terminaron me echaron de la cama y se tumbaron. Me las quedé mirando con los ojos como platos, con la polla enfundada. Dafne, un poco a regañadientes, se incorporó, me sacó el condón y me chupó la polla hasta que me corrí otra vez. Esta corrida me dio unas sacudidas eléctricas que casi le clavo la polla en la garganta. Fue demasiado. Y eso que Dafne no puso las mejores ganas en mamármela.

Intercambiamos móviles y messenger y me fui a casa. Me acabo de levantar y si no fuera porque tengo la polla como un pellejo pensaría que había sido todo un sueño. Pero tengo sus datos!

Lo peor es, ¿a quién se lo cuento? Suerte que tengo este blog.