jueves, 29 de abril de 2010

Follando en mi coche

Ayer terminaste el mail provocándome un calentón descomunal, y con una frase inquietante: "Por cierto, deberías cuidar mejor de tu coche, imbécil"

Me puse muy nervioso, me puse la americana y salí a paso rápido de mi despacho, con la cara algo descompuesta, y una erección indisimulable. Alguna persona se daría cuenta, pero yo no estaba por eso en ese momento. Me temía lo peor, algún arañazo o golpe al coche, no sé.

El ascensor se convierte en el ascensor más lento del mundo, no saludo a nadie, pongo cara de "prisa prisa prisa", miro el reloj tres veces, demasiadas paradas, sótano 2, por fin!

Salgo, corro, giro y veo la puerta de atrás de mi coche algo abierta, pero ningún piloto interior encendido: "me han robado o algo me han hecho dentro". Me toco el bolsillo y no tengo la llave. Llego, abro la puerta abierta y flipo en colores!

Te veo con tumbada con las piernas abiertas y un consolador húmedo deslizándose por tu coño, tus medias de rejilla, la minifalda subida, tu blusa abierta y un sostén de encaje negro... "Entra y cierra. Deja de poner esa cara de bobo y cómete mi coño"

El empalmón vuelve de nuevo, entro, cierro sin hacer ruido, y me pongo a comerte el coño como si se acabase el mundo! ¿Qué cojones habías puesto ahí? ¿Una crema mentolada sabor fresa? Se mezclaba con el aroma de tu coño depilado completamente expuesto hasta hace pocos segundos. Ahora mi boca lo cubría casi entero y mi lengua lo recorría frenéticamente. Incluso me olvidé de respirar.

Me pusiste el consolador en la oreja mientras gemías y te contraías de gusto: "métemelo por el culo, ahora imbécil". Me meto el consolador hasta la garganta, mojo tu culo con las babas y flujo que rebosa de tu coño y te meto el consolador. Lo recibes con mucho placer, y me acercas de nuevo la cabeza a tu coño.

La polla me iba a rebentar de un momento a otro, así que con la mano que tenía libre me desabroché el pantalón y saqué mi polla. "Concéntrate en mi coño gilipollas, ¿o quieres que te cambie por otro?" Dicho y hecho.

Con la polla al aire, rozando con las fibras del coche y el cuero del asiento, te sigo comiento el coño, moviéndote el consolador y te meto dos dedos en la boca, que empiezas a succionar como una zorra a la que le va la vida en ello.

"Ahora quiero chupar tu polla. Así no, 69". Jodida caprichosa, parecíamos un puto tetris. Tú estabas cómoda en los asientos, que me estabas mojando con tu coño, pero yo estaba en una posición de lo más imposible para que me chupes la polla y comerte el coño a la vez. Así que tú, con tu boca llena de polla y tus agujeros inflamados, empezaste a correrte. Tu culo expulsaba el consolador con las contracciones y tu coño se agitaba frenético. Decías "mmmmf mmmmff mmmmmfff" mientras cogías mi culo y te metías mi polla hasta la garganta.

El orgasmo fue largo, y cuando terminaste sacaste el consolador, lo metiste en una cajita y dentro de tu maletín, me dijiste y que me sentara "que voy a terminar contigo, esta vez te has portado bien". Seguiste chupándome la polla con delirio, y mi leche no tardó en brotar de mi polla y llenarte la boca. Te tragaste mi semen. Saliste del coche y me tiraste un paquete de pañuelos de papel adentro. "Limpialo todo".

Ahí me dejaste, con el coche oliendo a sexo, limpiando los asientos y mi polla, quitando todo tipo de rastro de lo que había pasado ahí, y ordenándome un poco el traje manchado y arrugado.

Cómo me gusta lo que me haces, siento que pierdo el control... Dame otra sorpresa cuando quieras. Yo correré a tu encuentro.

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