domingo, 20 de diciembre de 2009

Me he ido de putas

Según lo que se entienda por ir de putas, ya había ido antes, muchas veces. Había ido con mis amigos o colegas a tomar unas copas y reírnos de ellas. Alguno se las follaba, pero yo no lo había hecho antes.

Anoche nos metimos en el puti medio tajas, porque sino no nos metemos. Al llegar a la barra se me acercó una puta negra. La cosa es que me llamó la atención desde el primer momento porque era una puta que no parecía puta. A mí no me van las putas que van de putas, lo que hago con esas es "jugar" con ellas, les hago perder el tiempo y trato de hablar de algo que les haga sentir miserables. Odio las putas.

Esta negra ni parecía puta, ni se comportaba como una puta. Sabía que era puta, pero me gustó el juego al que jugaba. Como quien no quiere la cosa ya nos habíamos tomado un par de copas y estábamos hablando de que nunca me había follado una negra. Y como por arte de magia ya me había levantado 500 pavos y estábamos saliendo hacia su casa. Me sentía como un chaval con un juguete nuevo.

La tía no era ni guapa ni fea, era una negra estándar, con un cuerpo de negra estándar y bien ejercitado. Por la pasta que me costó os podéis imaginar que mal no estaba...

En su habitación. Tengo que ir a mear porque voy a explotar. Ella hace lo propio y cuando sale ya lo hace en pelotas. Joder, sí que estaba buena, sí, buenas tetas, buena cintura, y un culazo como para enterrarle la polla y no salir nunca. Me quité la ropa a saco y enredamos nuestros cuerpos mientras caíamos en la cama.

A pesar de estar medio borracho y más caliente que las llamas del infierno su olor a sudor me molestaba, así que tampoco me pegué mucho más a ella. Me tumbé y le pedí que me cabalgase la polla, como expliqué ayer mismo en el blog. Así la veía de puta madre y tocaba todo lo que me apetecía. Qué buena estaba.

No me podía perder su culo, así que le pedí que se pusiera a cuatro patas. Cuando se dio cuenta de que apuntaba a su culo y no a su coño, la muy zorra lo apretó hacia mí y se clavó mi nabo. Costó clavársela, así que fui despacio, hasta que se la clavé entera. Ella se movía despacio. Me apretaba fuerte la polla, rítmicamente, al moverse. Se detuvo el tiempo, ¡cómo me hacía gozar con su culo! Ya no saqué la polla de ahí. Dejé que se moviese despacio, con sus apretones, hasta que fui llegando a un orgasmo lento y espectacular. Notaba cómo salía cada lechazo de mi polla, era como vivir un orgasmo en cámara lenta. Fue increíble.

Luego echamos otro polvo pero no tiene nada de memorable, un buen polvo, eso sí. Mereció la pena pagar la pasta para follarse a esa negra.

La verdad es que no hay ninguna diferencia entre follarse una blanca, una negra o una china en cuanto a lo que sentía en la polla. Depende más del tipo de tía, lo espabilada que sea, lo que haya follado, su tamaño... Cambia la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto a las manos. Los coños para la polla: todos iguales. El goce está en los otros sentidos.

5 comentarios:

  1. Me encanta leer tu blog, hace tiempo que te sigo, no dejes de escribir.

    (Lidia)

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  2. Siempre es motivante saber que alguien te sigue. Voy a escribir algo. Un beso Lidia.

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  3. Excitante, como siempre.... no has cambiado nunca.... me gusta venir por aqui y leerte...

    un beso humedo ummmmm

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  4. Hola Galilea, un regalo verte por aquí.
    Creo que he encontrado un filón y que correrán ríos de tinta y de semen... O de sangre si no me lo monto bien :S
    Un beso Galilea.

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  5. Creo que sois morbosos y que las Mujeres son cosa Muy preciadas y todos tenemos que respetar ya que ellas han venido ha este Mundo a cumplir su cometido con todos Nosotros... Todos tenemos que ser respetados... Como Díos respeta a sus semejantes... No caer en tentaciones banales y respetar al pro gimo como a ti mismo...

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